martes, 22 de abril de 2008

esto... Apolo, casi que no hace falta que vengas...

Lo he dicho alguna que otra vez, pero es que tengo un ojo... En serio, debería aprovechar esta cualidad de algún modo, es casi igual de difícil acertar siempre que equivocarse siempre, y según el caso no sabría decir qué resulta más sencillo... ¿Qué es lo que me ha pasado esta vez? Pues nada, lo de siempre, que veo una serie, me encariño con un personaje (Apolo, en este caso que nos ocupa) y algo le pasa. En este caso, engordar unos 20 kg, que no es que sea una tragedia comparable a la muerte (o algún otro evento que justifique la salida de la serie del personaje que sea), pero no deja de ser irónico que ocurra justo un día después de que se me ocurriera escribir acerca de las excelencias físicas del chico, y de poner alguna foto suya para exponer más claramente mi opinión (en mi ritmo de emisión propio, todo hay que decirlo, si hubiera visto algún capítulo más a lo mejor me lo habría pensado más antes de colgar nada, o le hubiera dado un tono más solemne, a modo de réquiem por esas abdominales perdidas...).

Bien, lo más curioso es que tardé un tiempo en darme cuenta del cambio... Al principio lo miraba y me decía a mi misma: 'a éste le pasa algo raro...' pero sin acertar a concretar qué era. Luego empecé a notar bultos de forma sospechosamente parecida a un michelín bajo el uniforme, y fui atando cabos. Mi gran duda entonces fue decidirme por una de las tres opciones que existían:
  • El actor ha engordado mucho y han adaptado el guión a su nuevo físico (tendría sentido, ya que el cambio se produce entre la segunda y la tercera temporada).
  • El actor ha tenido que engordar para adaptarse al guión.
  • Es maquillaje.
Al final resulta que la tercera opción era la correcta, más que nada porque tras unos cuantos capítulos decide ponerse a saltar a la comba y, oh milagros del ejercicio físico, los abdominales reaparecieron casi a la misma velocidad a la que desapareció la papada.

En fin, que aunque hayamos recuperado al Apolo de siempre, ya no quiero que llegue a la tierra a buscarme, ahora tengo otros favoritos (en concreto, el señor Gaeta), y no es porque estén más buenos, todo lo contrario, pero sus personajes me gustan más... ¿Qué pensábais, que de verdad soy tan superficial?

1 comentario:

tuwaji dijo...

Que feo el señor Gaeta... tiene una mirada felina que no me gusta nada.

Para cuando una foto de Apolo gordo? jejeje. Quiero verle!