martes, 28 de octubre de 2008

honestidad brutal

¿No sería el mundo un lugar mucho mejor para todos si pudieramos ser brutalmente honestos?
Ojo, no nos confundamos, no me refiero a esa supuesta sinceridad que muchos utilizan para ocultar la mala educación (estilo GH cuando te saltan: yo es que soy muy sincero y tengo mucho carácter... y una mierda, tú lo que eres es un maleducado de tres pares de narices)
No, mucho más simple que todo eso, y a la vez, mucho más complejo.
Mucho se ha dicho sobre la verdad (desde 'la verdad os hará libres' al mítico 'la verdad está ahí fuera', por mencionar un par de ejemplos), pero sinceramente creo que en cuestión de verdades, cada uno tenemos la nuestra, por paradójico que pueda parecer.

La mía es que la verdad asusta. El ser humano en general no está suficientemente maduro desde un punto de vista emocional para poder afrontar cualquier tipo de verdad alegremente, ya sean buenas, malas o regulares. Que no todo el mundo es así, cierto, que hay grados, más cierto aun, pero... en serio, plantaos si seríais capaces de asumir siempre (pero SIEMPRE) la verdad, y seguir comportandose como si tal cosa... Yo no podría. Por eso, lo que siempre digo 'no preguntes nada si no estás seguro de ser capaz de encajar cualquier respuesta'
Y para acabar esta extraña vuelta a la actualización diaria (ejem, casi tan diaria como mi asistencia al gimnasio, creo yo) de mi blog, un par de frases de Mark Twain:

La verdad es lo más valioso que tenemos, economicémosla.
Si dices la verdad, no tendrás que acordarte de nada.